Eres aquel cigarrillo que no quieres dejar.

Tendría que decirte ya adiós,  estoy realmente harta de escribirte, de que todas estas cartas sean dedicadas únicamente para ti, pero me decido a hacerlo y  cuando te aparto de mi ,vuelves vienes y me haces acelerar mi corazón de nuevo, haces que me crea importante, me hablas y sonrío.
Tendría también que curarse mi maldita ceguera, y poder ver la realidad, la asquerosa realidad que me hace cerrar los ojos, ya que no quiero verte lejos, no quiero decidirme a no volverte a besar ,a volverte a abrazar...